La nueva Ley de Protección de las Fuentes Periodísticas del Canadá, conocida como Proyecto de Ley S-231, fue aprobada este 4 de octubre y ha merecido la bienvenida del Representante para la Libertad de los Medios de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) , Harlem Désir.
Esta legislación, que aspira a proteger la confidencialidad de las fuentes periodísticas, fue presentado por primera vez por el senador conservador Claude Carignan en noviembre de 2016.
La S-231 modifica la Ley de Pruebas de Canadá, protege el derecho de un periodista a negarse a divulgar información que identifique o pueda revelar una fuente que ha solicitado permanecer anónima.
La autoridades canadienses solo pueden ordenar búsqueda o dar órdenes para la divulgación de dicha información si un juez superior decide que no hay otros medios "razonables" para adquirirla y si la importancia de la investigación supera el interés público en proteger una fuente periodística.
Además, la nueva ley invierte la carga de la prueba y los organismos encargados de una investigación legal ley estarán obligados a demostrar aquellos extremos que requieren el acceso a esa información. La nueva ley también permite al juez de la corte superior consultar a un abogado especial que sería responsable de defender los intereses de la libertad de prensa ante el tribunal.
"Felicito a la legislatura canadiense por la aprobación de la nueva ley del escudo de prensa", dijo Désir. "Observo que la nueva ley, que es en parte el resultado de una gran campaña de organizaciones de la sociedad civil, incluidos los Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresión, lleva a Canadá a un nivel más acorde con las normas internacionales de derechos humanos sobre protección de fuentes periodísticas".
Sin embargo, distintas organizaciones de la sociedad civil observan que la nueva ley tiene algunas deficiencias. Una de ellas es la inclusión de una definición de quién es un periodista que es limitada en su cobertura y no protege a fuentes que no son anónimas. Por ejemplo, no se aplica en el conocido caso del reportero de VICE News, Ben Makuch, quien actualmente está solicitando permiso para apelar una orden judicial que le exige entregar sus comunicaciones con un presunto combatiente de ISIS.